La corrosión en el aire acondicionado es un daño que podemos evitar y prevenir fácilmente
Aunque los equipos de climatización están diseñados para resistir casi todo, la corrosión en el aire acondicionado es un problema muy habitual. Se trata de una contrariedad que afecta, sobre todo, a la unidad externa debido a las inclemencias del tiempo.
El clima y la polución son los dos principales factores que provocan la corrosión en los sistemas de aire acondicionado. De hecho, las zonas más afectadas son las costeras y las grandes urbes, donde la humedad y la contaminación son más prolíferas.
Pero vamos a ir viendo, paso a paso, todo lo que atañe a la corrosión del aire acondicionado. Por qué se produce, sus consecuencias y cómo proteger nuestro sistema de climatización de la corrosión.
Por qué se produce la corrosión en el aire acondicionado
Como acabamos de comentar, las zonas costeras son las que más sufren la corrosión en el aire acondicionado. Tanto la humedad, como la salinidad propias de la costa, dañan notablemente las estructuras y el funcionamiento de estos equipos.
En las zonas urbanas, donde la concentración contaminante es mucho más elevada que en cualquier otro sitio, los equipos de aire acondicionado sufren un fuerte y rápido deterioro. La polución en el ambiente, la cercanía a espacios de producción industrial y hasta la lluvia ácida son desencadenantes de la corrosión.
Todos estos factores, unidos o por separado, son los principales culpables de que suframos las consecuencias de la corrosión en el aire acondicionado. De hecho, se estima que un quinto de la producción mundial de acero está destinado a reemplazar las pérdidas causadas por la corrosión.
Qué consecuencias tiene la corrosión en el aire acondicionado
La corrosión es especialmente dañina en las partes del equipo que están más expuestas al ambiente. Por ello, las bobinas y la propia estructura de la unidad externa son las más perjudicadas.
Esta corrosión provoca importantes deficiencias en los equipos. Tanto la eficiencia, como el adecuado rendimiento y el propio funcionamiento del aparato puede fallar. Incluso la vida del sistema puede ser mucho más corta de lo normal.
Por ello, para no reducir la vida útil de nuestro equipo de aire acondicionado, es importante seguir algunos consejos.
Cómo proteger el aire acondicionado de la corrosión
Sin lugar a dudas, el mejor remedio para prevenir la corrosión en el aire acondicionado es el revestimiento. Sencillamente recubrir la unidad externa del equipo. Podemos hacerlo con revestimientos de aluminio o de otro material resistente a la oxidación y posterior corrosión.
Estas protecciones, además de evitar y prevenir la corrosión del aire acondicionado, también son resistentes a los rayos UVB y UVA. Con ellos conseguimos que el equipo no sufra recalentamiento, debido a su exposición al sol.
Por tanto, conseguimos proteger el equipo y, consecuentemente, alargar su durabilidad. Además, por su puesto, de asegurarnos de su buen funcionamiento y adecuado rendimiento.
No obstante, saber cómo realizar el mantenimiento del aire acondicionado de manera periódica es otro factor importante para disfrutar durante más tiempo de nuestro sistema.
Observa tu equipo de aire acondicionado. Y si aprecias síntomas de corrosión, protege la unidad externa. O, mejor aún, adelántate a la corrosión.