Revisión de la caldera de gas: normativa y pasos a seguir
¿Sabes cada cuánto tienes que hacer la revisión de la caldera de gas? Si la calefacción de tu hogar o comunidad funciona con una caldera de gas, esto te interesa. Y es que muchos no sabemos con qué periodicidad tenemos que hacer la revisión de la caldera de gas. Algo que, por otro lado, es esencial para que su rendimiento sea el máximo. Por eso, en este post, vamos a ir directamente a la normativa oficial vigente en la actualidad: Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE).
A través de este reglamento, podemos ver cuáles son las medidas a tomar para nuestros sistemas de climatización y Agua Caliente Sanitaria (ACS) cumplan los parámetros adecuados en higiene y bienestar térmico. En definitiva, los factores claves para el mantenimiento adecuado. Con ello, el plan pretende conseguir los siguientes objetivos:
- Mejor aislamiento: con las revisiones periódicas, conseguimos que los equipos y conductos térmicos conserven su capacidad de aislamiento. Consecuentemente, logramos una mayor eficiencia energética y ahorro económico.
- Mayor rendimiento energético: como ya hemos comentado, el adecuado mantenimiento de un equipo de climatización garantiza su máximo rendimiento. Así pues, ganaremos en durabilidad del sistema y evitaremos forzar el trabajo del mismo.
- Mejor regulación y control: un aspecto importante para poder mantener las condiciones de diseño previstas en los locales climatizados.
- Desaparición de equipos menos eficientes: con las revisiones periódicas, es más fácil detectar los sistemas que van quedando obsoletos. Esto supone una sustitución paulatina por otros más respetuosos con el medio ambiente y más eficientes.
Normativa y pasos a seguir en la revisión de la caldera de gas
Según la normativa especificada en el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE), la revisión debe realizarse de manera obligatoria cada dos años. Esto es responsabilidad directa de los propietarios e incluso de los inquilinos. No obstante, la revisión en sí debe ser realizada sólo y exclusivamente por un técnico cualificado. Éste deberá seguir los siguientes pasos:
- Revisión de todos los elementos de la instalación de gas: en esta revisión, se comprueba la ausencia de fugas de gas. Para ello, se inspeccionan que todos los órganos de seguridad, regulación y control estén en perfecto estado. Además, se examina que el mantenimiento básico de la caldera es el adecuado, para minimizar el consumo de energía y evitar posibles fallos.
- Revisión de la instalación: desde el circuito hidráulico, hasta la propia caldera, para terminar con la revisión de los emisores. De esta forma se detectará si hay desajustes para mejorar el rendimiento y eficiencia de la instalación.
- Análisis ambiental de toda la instalación: el objetivo es garantizar la seguridad de todo el sistema. Así, se deberá comprobar la combustión de todos los aparatos y la correcta evacuación del humo.
No obstante, el usuario diario también debe realizar un mantenimiento habitual, siguiendo unos sencillos hábitos:
- No tapar las rejillas de ventilación: debe asegurarse una adecuada ventilación, por lo que la rejilla de ventilación nunca deberá estar obstruida.
- Cerrar todas las llaves de gas: si vamos a estar fuera de casa por largo tiempo, es importantísimo asegurarnos de cerrar todas las llaves del gas.
- Observar el estado de la caldera: la tubería de entrada de gas a la caldera debe estar bien sujeta por abrazaderas en ambos extremos.
- Detectar posibles anomalías en la instalación: si es así, tenemos que ponernos inmediatamente en contacto con nuestro servicio técnico oficial.
Conociendo estos sencillos requisitos en la revisión de la caldera de gas, no tendrás que preocuparte de nada. Sólo, recuerda. Sigue los 4 consejos anteriormente mencionados en tu día a día. Cada dos años, llama al técnico y que realice la revisión. Y, por supuesto, si observas algo extraño en su funcionamiento ¡No esperes tanto!