Calderas de gasoil: todo lo que debes saber sobre este sistema de calefacción
En cuestión de calefacción, las calderas de gasoil siguen siendo de los sistemas más demandados. Sin embargo, cada vez más, contamos con mayor variedad de mecanismos que, además, incluyen el agua caliente sanitaria. Por ello, ahora que ha llegado el frío, es importante conocer todo lo referido a las calderas de gasoil para que puedas hacer una elección apropiada.
Anteriormente, ya hablamos de diferentes soluciones para la calefacción doméstica y comunitaria. Las estufas de pellets, las bombas de calor, las calderas de gas o la aerotermia son algunas de ellas. Todas con sus beneficios particulares son eficaces opciones para la climatización. Por ello, en este post, vamos a analizar cuáles son las ventajas de las calderas de gasoil. Pero antes, es necesario conocer cómo funcionan y qué tipo de calderas existen.
Cómo funcionan las calderas de gasoil
Al igual que las calderas de gas, este sistema utiliza el combustible del gasoil para general calor. En el generador de calor, dicho combustible se quema. Posteriormente, el calor ya producido pasa por un circuito de transporte, hasta llegar a los emisores. Estos son los encargados de proyectar el calor al interior de las estancias. Tú eliges si instalar radiadores o dar un paso más y disfrutar del confort del suelo radiante en toda la casa. Aunque también puedes optar por combinar ambos tipos de emisores para tener las ventajas de cada uno.
Según los tramos de potencia podemos diferenciar 5 tipos de usos de calderas de gasoil:
- 23-25kW: es la potencia más común, suficiente para la mayoría de viviendas
- 28-30kW: recomendada para viviendas grandes y/o lugares fríos
- 33-35kW: para viviendas muy grandes y lugares muy fríos
- 40-45kW: capacidad necesaria para viviendas grandes o muy grandes y con aislamiento deficiente
- 70kW: por encima de este valor es necesario ubicar la caldera en una sala preparada para su instalación. Además, es obligatorio realizar un proyecto supervisado por un ingeniero
Además, según sus características propias y estructura, también podemos distinguir 3 tipos de calderas:
- Calderas atmosféricas: queman el oxígeno del ambiente donde está ubicada. Su mayor rendimiento se consigue a una temperatura de entre 60º y 80ºC
- Calderas estancas: en este caso, el oxígeno quemado llega desde el exterior, por lo que no altera la calidad del aire de la estancia a climatizar. Su mayor rendimiento, se consigue a una temperatura de entre 60º y 80 ºC
- Calderas de condensación: actualmente, son las calderas de mayor eficiencia. Recuperan parte de la energía de los humos de la combustión. Su mayor rendimiento, se consigue a una temperatura de trabajo entre 30º y 50ºC. Por ello, se trata de la caldera con mejor eficiencia energética
Ventajas de las calderas de gasoil
Con la llegada al mercado de las calderas de condensación, podemos decir que las calderas de gasoil han mejorado notablemente su rendimiento. Pero, además, tiene otras ventajas que debemos tener en cuenta a la hora de decidirnos por un sistema u otro de calefacción.
- Instalación: una caldera de gasoil es fácil de instalar y, además, prácticamente cualquier ubicación es adecuada
- Capacidad: gracias al depósito de combustible del que dispone, podemos almacenar hasta 1.000 litros de gasoil
- Bajo coste: tanto la compra inicial de una caldera de gasoil, como su periódico mantenimiento es más económico que el resto de las opciones en calefacción
- Rapidez: las calderas de gasoil calientan muy rápido. Además, calefacta espacios más amplios que otros sistemas de calefacción, así como genera agua caliente es sanitaria
- Menos contaminante: producen menos gases contaminantes y no genera monóxido de carbono
- Son más seguras: al trabajar a bajas temperaturas, se reduce el peligro de explosiones
- Mayor durabilidad: la vida útil de una caldera de gasoil es muy larga, ya que la quema de gasoil beneficia a su mantenimiento
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